Rutinas y quimeras
Por: Clara García Sáenz
La imagen del éxito
Durante muchos años para mí, la imagen de éxito profesional fue mi hermana Laura, había salido de casa en 1975 para cursar una carrera, era...
Rutinas y quimeras
Por: Clara García Sáenz
El showman de los libros
Dio nota desde el día en que se supo que sería el director del Fondo de Cultura Económica (FCE) ya que por no ser...
Rutinas y quimeras
Cuando la promoción cultural se volvió neoliberalismo
Por: Clara García Sáenz
Me pareció una bonita historia escuchar las maravillas que se contaban acerca de cómo la promoción de la cultura había trasformado Colombia...
Rutinas y quimeras
Por: Clara García Sáenz
La literatura como protagonista
Cuando Alfredo Marko me dijo que iban a presentar su novela en pocos días, extraviada por las fechas le pregunté ¿Cuál novela?; “como que cuál,...
Rutinas y quimeras
Por: Clara García Sáenz
El reencuentro con el terruño
Salimos muy de mañana a Ciudad del Maíz, hacía más de un año que no iba a visitar el terruño, tenía tantas ganas, que...
Rutinas y quimeras
Por: Clara García Sáenz
Victoria de mis entrañas
Las calles anchas, muy anchas, interminables para cruzarlas pronto, edificios grandes y amplios que podían caer sobre mi, una ciudad serena, de leche fresca...
Rutinas y quimeras
Por: Clara García Sáenz
Un patrimonio victorense para el futuro
Durante los recientes ocho años, Ciudad Victoria ha tenido una trasformación constante en sus plazas y parques, calles y avenidas. Frenéticamente los gobiernos...
Rutinas y quimeras
Por: Clara García Sáenz
La ciudad del pecado
Recorrimos varias ciudades en un mismo día, íbamos camino a Ámsterdam así
que brevemente paramos en el gran puerto de Róterdam donde comimos
ensalada, huevos fritos y...
Rutinas y quimeras
Clara García Sáenz
Son más los buenos
El mundo clama justicia, los medios de comunicación repiten de diversas formas y maneras posibles la noticia, para condenar la pederastia en la Iglesia católica;...
Rutinas y quimeras
Por: Clara García Sáenz
La bruselización está de moda
Estaba cayendo la tarde cuando llegamos a Bruselas, apenas nos dio tiempo de instalarnos en el hotel para ir a cenar a un restaurante...