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Por redaccion Abr 11, 2021

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“Un chivo pego un reparo, y en el aire se detuvo, hay chivos que tienen madre, pero este ni madre tuvo”

                        «Refrán popular»

Por: Vicente Hernández.

Un chivo o “chivato” en el calo´ de barriada defeña, significaba aquella persona que traicionaba o denunciaba a sus vecinos, compañeros, o miembros de su asociación o partido político.

   Este adjetivo calificativo hoy casi en desuso bien se le pudiese aplicar al hoy ex presidente del PRI en Altamira Antonio Olvera Márquez, quien pocos meses después de haber recibido su nombramiento, brinca cual ágil chapulín hacia las filas del PAN quejándose amargamente del humillante trato que recibió del CDE de este partido político, ya que le fue ofrecida una cuarta regiduría, la cual por dignidad no acepto ya que el merecía la primera regiduría al no ser designado como candidato a la presidencia municipal, abanderado por esta institución en las próximas elecciones.

   En rueda de prensa acuso al candidato del PRI Jaime Enrique García Contreras de practicar el nepotismo por haber impuesto a su cuñada en la primera regiduría, a su comadre Lorena Sofía Esteves Hernández como candidata a diputada local por el XIX Distrito Electoral, y algunos otros familiares en la planilla tricolor.

   Y casi con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta, conto que llevaba 15 años de militancia partidista, durante los cuales trabajo incansablemente repartiendo despensas, comprando medicamentos y ayudando a personas de la tercera edad, todo esto en aras de mantener viva la imagen del Partido ¿y todo para qué, para que le ofrecieran una cuarta regiduría?

   Pero ya fuera de actitudes telenoveleras ¿Quién cabrones es o se siente Toñito Márquez (como a él le gusta que lo nombren), si su escaso mérito es haber estado un buen tiempo detrás de Carlos González Toral (“políticamente” mal pensados) además de ser yerno de Genaro de la Portilla, e impuesto por el propio Carlos como presidente del PRI, provocando el malestar e insubordinación de las bases obreras priistas encabezados por el actual candidato Jaime Enrique García, que los orillo a tomar las oficinas de este instituto llegando a la clausura con cadena y todo de la sede tricolor.

   No obstante, la trinca dueños del PRI formada por Griselda Carrillo Reyes, Eulogio Sánchez de la Rosa y Carlos González Toral, mantuvo y defendió a Toño Márquez para que al poco tiempo los tres “chapulinearan” al PAN, dejando a la deriva a la militancia priista, y ya instalado Carlos como coordinador de campaña del candidato panista Ciro Hernández Arteaga sonsaco a Adrián Olvera y a Toño Olvera con la promesa de conseguirles una regiduría a cada uno en pago por brincar al campamento panista, solo que Adrián le resulto un chapulín más brincon que el mismísimo “Chapulín Colorado”, pues solo se catapulto para llegar a Morena donde su familiar el impresentable Armando Martínez Manríquez le ofreció otra regiduría pero esta de color morena, y ojala en la negociación Armando incluya a su pariente, si no Adrián se quedara como el perro de las tres tortas: ni la tricolor, ni la azul y ni la morena, en cuanto a Toño según dicen le consiguió la séptima regiduría.

   Toñito dijo que el candidato priista coloco en la planilla a toda su familia ¿y que esperaba, que colocara a la suya?  Acaso el cerebrito de Toñito no carbura que Don Jaime compro una franquicia tricolor en quiebra, y que su dinero le está costando su reconstrucción, y las grandes letras en gas neón para que esta franquicia sea rentable en la próxima contienda electoral.

   Por lo anterior y hablando en lenguaje futbolístico, lo más lógico es que siendo dueño del estadio, los jugadores y el balón, el dueño ponga al frente, a gente de su entera confianza y a familiares, y no a quien fue enquistado en el trono priista por los que pusieron a la venta de remate al PRI.

   De acuerdo a los comentarios de gente cercana a don Jaime Enrique, dicen que esta consiente que la batalla va a estar muy reñida, ya que se va a enfrentar a dos candidatos que cuentan con el respaldo azul estatal, y el guinda federal, pero que no se acobarda aun y cuando los que llegaron a cargos de elección popular, (salvo honrosas excepciones) y empleos administrativos por el PRI, brincaron como las ratas cuando el barco está a punto de hundirse.

   Y ya como colofón surgen las interrogantes: ¿Dónde quedaron esos políticos que decían que el PRI lo traían tatuado en la piel, los grandes discursos donde se resaltaban los logros, las luchas y los prometedores futuros para las bases militantes? ¿Dónde quedo el decoro, la vergüenza, la dignidad y la fidelidad a sus partidos políticos?

   La política hoy día está convertida en un estercolero, donde los participantes se revuelcan y se avientan mierda unos a otros, dando un ejemplo deplorable a las bases militantes, a la ciudadanía y a las líderes de colonos, que se parten el alma el día de las elecciones y se limitan a mirar el grotesco espectáculo, y a conformarse con las boronas del pastel aceptando las ultimas regidurías, mientras los “Señoritos” como Toño Olvera sin el menor pudor exigen primeras regidurías, por esto repito “Hay chivos que tienen madre pero este ni madre tuvo…”  

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