Tantoyuca, Ver.- La ganadería en la región enfrenta una crisis tras varios años de intensas sequías que han reducido drásticamente la población de ganado. Productores locales esperan que 2025 sea un año de recuperación, pero la falta de agua y alimento ya ha dejado consecuencias graves en el sector.
Ignacio García Zenil, director de Ganadería, señaló que el año pasado muchos ganaderos se vieron obligados a vender su ganado para evitar mayores pérdidas, mientras que otros animales murieron por la escasez de recursos. Esta situación ha provocado una baja en el suministro de carne para el rastro municipal y los mercados locales.
“El despoblamiento de ganado ya es serio. En diciembre hubo una alta demanda de animales para el abasto de carne, pero ahora incluso los tablajeros tienen dificultades para conseguir ganado y poder comercializar la carne”, explicó García Zenil.
Además del sacrificio de animales, el estiaje también ha afectado la reproducción del ganado. La falta de alimento y agua ha retrasado los ciclos de preñez en las vacas, lo que impacta directamente en la producción de becerros y, en consecuencia, en la oferta de carne y leche.
“El ganado requiere entre dos y tres años para alcanzar su peso ideal para comercialización. Con el retraso en la reproducción, habrá menos animales disponibles en los próximos años”, advirtió el funcionario.
A esto se suma una caída en la producción lechera debido a las condiciones climáticas. “El calor y la falta de agua hacen que la producción de leche disminuya, lo que también afecta a los productores y consumidores”, agregó García Zenil.
Ante este panorama, los ganaderos de Tantoyuca confían en que 2025 traiga mejores condiciones climáticas y apoyos que les permitan recuperar su hato ganadero y estabilizar el mercado.
