Washington, D.C. – 10 de julio de 2025
Un nuevo brote del gusano barrenador del ganado (GBN) en el norte de Veracruz llevó al gobierno de Estados Unidos a cerrar de manera inmediata sus puertos fronterizos del sur al comercio de ganado, bisontes y caballos mexicanos, informó el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA).
La detección del parásito en el municipio de Ixhuatlán de Madero, a tan solo 600 kilómetros de la frontera con Texas, encendió las alertas sanitarias. El caso se considera una amenaza directa para el hato ganadero estadounidense y contradice los informes de control presentados por autoridades mexicanas en semanas anteriores.
“Estamos pausando la reapertura de puertos planificada para implementar una mayor cuarentena y combatir esta plaga mortal en México”, declaró la Secretaria de Agricultura, Brooke L. Rollins.
El USDA había iniciado un plan de reapertura gradual de cinco puertos fronterizos entre el 7 de julio y el 15 de septiembre, tras un primer cierre el pasado 11 de mayo. Sin embargo, este nuevo hallazgo compromete gravemente dicho cronograma.
Medidas drásticas para proteger el hato estadounidense
Rollins aseguró que Estados Unidos exigirá mayor responsabilidad a México para contener la propagación del gusano barrenador, incluyendo medidas de control de movimiento animal, monitoreo constante y ampliación de la zona de dispersión de moscas estériles hacia el sur.
El gobierno estadounidense construirá una planta de dispersión de moscas estériles en el sur de Texas, y se encuentra diseñando una planta nacional de producción para reforzar la erradicación de la plaga, con el objetivo de detenerla incluso antes de alcanzar Centroamérica.
El USDA también desplegará personal para realizar inspecciones in situ en México, evaluando directamente la eficacia de los protocolos y operativos sanitarios implementados por el SENASICA.
Impacto para el sector ganadero mexicano
El cierre fronterizo representa un duro golpe económico para miles de productores mexicanos, especialmente en estados como Veracruz, Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua, cuya economía depende en buena parte de las exportaciones de ganado al mercado estadounidense.
Hasta el momento, autoridades mexicanas no han emitido una postura oficial sobre las nuevas restricciones ni han detallado una estrategia para frenar el avance del gusano barrenador en el país
