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Altamira impulsa dos programas estratégicos para consolidar su política ambiental y climática

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Por: Agustín Peña Cruz 

Ciudad Altamira, Tamps.- En un contexto global donde la sostenibilidad y la justicia climática se han vuelto ejes de la gestión pública, el Ayuntamiento de Altamira avanza hacia la construcción de una ciudad resiliente y ambientalmente responsable.

El regidor panista Félix Miguel Guillu Meraz, presidente de la Comisión de Desarrollo Sustentable y Cambio Climático, confirmó que el municipio ha iniciado la elaboración de dos instrumentos de planeación sin precedentes: el Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) y el Programa Municipal de Cambio Climático (PMCC).

Ambos proyectos buscan orientar el uso del suelo, proteger los ecosistemas y preparar al municipio ante los efectos del calentamiento global. “Son herramientas técnicas y socialmente legítimas que permitirán planear con criterios ecológicos el desarrollo de Altamira”, precisó Guillu Meraz.


Planeación ambiental con sustento técnico y social

De acuerdo con la información oficial, el POEL operará como una herramienta regulatoria que armonizará el crecimiento económico con la conservación ambiental. Entre sus metas destacan la identificación de zonas prioritarias de conservación, la restauración de ecosistemas degradados y la delimitación de Unidades de Gestión Ambiental (UGA), con lineamientos específicos para cada área según su vocación ecológica.

El proceso de elaboración contempla siete etapas, desde la caracterización del territorio hasta la formalización del modelo ecológico. Con ello, se busca que las decisiones de inversión y expansión urbana se tomen con base en criterios científicos y de sostenibilidad.

“El proyecto reforzará el ordenamiento territorial y fortalecerá las capacidades comunitarias para identificar riesgos y diseñar estrategias de adaptación al cambio climático”, enfatizó el regidor.

Por su parte, el Programa Municipal de Cambio Climático (PMCC) funcionará como una estrategia transversal para elevar la resiliencia del municipio ante fenómenos climáticos extremos. Entre sus componentes se incluyen el inventario de gases de efecto invernadero (GEI), la evaluación de vulnerabilidades y la formulación de medidas de mitigación como la transición a energías limpias, la eficiencia energética y la restauración de ecosistemas costeros.


Visión a largo plazo

El plan institucional busca garantizar la congruencia de ambos programas con la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), la Ley General de Cambio Climático (LGCC) y los compromisos internacionales asumidos por México ante la ONU y el Acuerdo de París.

Según el cronograma técnico, el POEL se desarrollará en un periodo de 730 días naturales, mientras que el PMCC se elaborará en 180 días, ambos con metodologías participativas e inclusión de enfoques de género, interculturalidad y derechos humanos.

“El alcalde Armando Martínez Manríquez ha mostrado sensibilidad ante la necesidad de planificar el desarrollo de Altamira con una visión ambiental de futuro. Estos programas dejarán un legado duradero para el municipio”, subrayó Guillu Meraz.


Participación ciudadana y gobernanza ambiental

El proyecto prevé la creación de dos comités ciudadanos —uno de Ordenamiento Ecológico y otro Técnico de Cambio Climático— integrados por representantes de los sectores académico, productivo, social y gubernamental.

Estos comités acompañarán la elaboración y validación de los programas, asegurando que las decisiones reflejen las necesidades locales. Se espera además la generación de cartografía ambiental, modelos predictivos de riesgo climático y bases de datos que orienten la planeación urbana y la protección de ecosistemas.

Una vez aprobado por el Cabildo de Altamira, el POEL deberá publicarse en el Periódico Oficial del Estado, adquiriendo carácter jurídico vinculante. El PMCC, por su parte, se integrará a los planes de desarrollo urbano y ambiental del municipio.


Altamira: hacia un modelo de ciudad sostenible

El regidor Guillu Meraz destacó que el propósito final no es solo cumplir con una normatividad, sino transformar la relación del municipio con su entorno.

“Altamira se posiciona como una ciudad de desarrollo, pero también de conciencia ecológica. Este es el rumbo que queremos dejar establecido para las próximas generaciones.”

Con estos programas, Altamira busca convertirse en referente estatal de gestión ecológica y política climática, marcando un punto de inflexión en la planeación ambiental de Tamaulipas y ofreciendo un modelo replicable para otros municipios del país.

Por redaccion

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