Por: Zaira Rosas
—¡Sólo hablan de que soy mujer!, no debería ser tan importante, ponen sólo la mitad de lo que dije, ni siquiera mencionan cómo juego la defensa siciliana. — Este es un diálogo de la serie Gambito de dama, en la que la protagonista es entrevistada por una importante revista y todo en la publicación resalta que es una mujer destacando en un espacio dominado por hombres: el ajedrez.
Aunque la serie es ficción, basada en una novela del mismo nombre, escrita por Walter Trevis, las estadísticas reales reflejan que la participación de las mujeres en este ámbito sigue siendo menor. En la Federación Internacional de Ajedrez, únicamente el 16% son mujeres. Quizás por ello en la serie resaltan constantemente el hecho de que una mujer sea la que va destacando, incluso se presentan múltiples diálogos donde los personajes resaltan el desarrollo físico de la protagonista, no su aprendizaje.
Lo anterior ocurre de manera real en otros rubros, aunque la participación política de las mujeres se ha incrementado, este aún es un campo dominado por hombres. Si hablamos de espacios profesionales, la elección de licenciaturas es otro terreno estereotipado. En tanto las mujeres incursionan en menor proporción en carreras STEAM, lo hacen en mayor número en licenciaturas como pedagogía, pues estos fueron de los primeros espacios en donde tenían cabida. En la actualidad la principal restricción que tienen las mujeres para acceder a estos espacios es el desconocimiento o la falta de interés. Pues en capacidad se ha demostrado que antes de la elección de carrera, los promedios de las mujeres son similares o incluso más altos que los de los hombres.
De acuerdo a la UNESCO, de todas las personas que se dedican a la investigación, sólo el 29.3% son mujeres. Sólo el 3% de los premios Nobel en ciencias han sido otorgados a mujeres. Estas cifras muestran que aún se requiere de un mayor equilibrio en distintos ámbitos, lograrlo traería contribuciones también para la sociedad, pues existiría un enfoque con múltiples visiones.
Incluso en el ámbito económico el incremento de la participación de mujeres en el ámbito científico les ayudaría a alcanzar mayor independencia, pues quienes participan en carreras de origen STEAM llegan a ganar hasta dos tercios más que el resto de profesiones. El empoderamiento económico de las mujeres también es un factor indispensable para combatir la violencia de género, además si las mujeres participaran en igualdad de condiciones el PIB mundial podría aumentar hasta un 26%.
La participación de las mujeres ha aumentado a lo largo de los años, aún hay tareas pendientes y se requiere de más información para romper estereotipos, así mismo es indispensable el acceso a la educación en múltiples espacios, que las oportunidades sean equitativas y que las legislaciones consideren las necesidades partiendo de la diversidad social. La mejor forma de iniciar es reconocer a quienes han ganado múltiples espacios por sus logros y no sólo resaltando el género, que estos personajes sean ejemplo e inspiración para el presente y construir un mejor futuro.
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