Por Agustín Peña Cruz
Ciudad de México.- La confrontación entre el periodismo crítico y el poder político volvió a colocarse en el centro del debate nacional. La reconocida analista en temas de seguridad nacional, Sofía Pacheco, respondió de manera frontal a las acusaciones lanzadas por la senadora morenista Olga Patricia Sosa Ruiz, quien la señaló de haber difundido documentos financieros alterados y con intención difamatoria.
A través de un mensaje publicado en su perfil oficial de Facebook, Pacheco desmintió categóricamente haber incurrido en manipulación o engaño, defendiendo la legitimidad de su trabajo y dejando claro que el contenido difundido alude directamente a una operación financiera atribuida a la madre de la legisladora, no a la senadora en sí.
“Yo no difamo, ni tergiverso. Fui clara al citar lo que dice el recibo de Vector Casa de Bolsa: fue su madre quien compró un millón y medio de dólares, no usted. ¿Esa es su defensa? ¿Acusarme y hacerse la víctima?”, escribió con tono contundente.
La periodista, con tres décadas de experiencia, aprovechó para marcar distancia entre ética profesional y ataques personales, dejando una frase que resonó ampliamente en redes sociales:
“Aquí el que siempre tiene que aclarar cada paso extraño es el político, no el periodista.”
La factura de la discordia: ¿una operación inocente o la punta del iceberg?
La disputa se desató tras la circulación de una factura fiscal (CFDI) por más de 30 millones de pesos, presuntamente emitida por Vector Casa de Bolsa, empresa señalada por autoridades de EE.UU. por supuestos vínculos con lavado de dinero y redes criminales internacionales.
El documento aparece a nombre de Olga Patricia Ruiz Garza, madre de la senadora, lo que encendió las alarmas sobre una posible triangulación de recursos o vínculos patrimoniales de interés público.
La defensa de la senadora Sosa: «No me pertenece ese dinero»
Desde el Senado, Olga Sosa respondió en un comunicado oficial fechado el 30 de junio, donde negó toda relación con la operación financiera. Aseguró que se trató de una venta de acciones heredadas legalmente por su madre en 1997 y que todo fue liquidado conforme a la ley.
“No figuro como titular. No me pertenece el dinero. La operación fue legal y está documentada.”
Además, advirtió que el uso electoral de dicha información podría constituir una violación al secreto bancario y calificó el señalamiento como parte de una “narrativa fabricada con fines políticos”.
Periodismo, poder y polarización: una batalla más allá de lo personal
Este enfrentamiento no es un hecho aislado. Se inserta en un contexto nacional donde los periodistas que cuestionan estructuras de poder enfrentan campañas de desprestigio, y donde la difusión de documentos se ha vuelto arma de doble filo: herramienta para la transparencia… o para el golpeteo político.
La periodista dejó en claro que su trabajo no responde a intereses partidistas ni personales:
“No soy improvisada, ni querida de ningún político. No bailo en cueros en ninguna cantina de Tampico. Tengo 30 años de carrera, y no permitiré que se me minimice.”
Dos trayectorias, una disputa de fondo
- Sofía Pacheco: tres décadas de experiencia como analista en seguridad nacional y política, con reconocimiento en círculos académicos y periodísticos.
- Olga Sosa Ruiz: senadora por Morena, exdiputada federal y local, catedrática y figura cercana al proyecto de la Cuarta Transformación. Ha sido reconocida por su trabajo legislativo y su cercanía con la ciudadanía.
¿Transparencia o guerra sucia?
Este caso pone en tela de juicio el uso de documentos financieros en tiempos de alta tensión política. ¿Se trata de una legítima investigación periodística? ¿O estamos ante una estrategia de desgaste previo a las elecciones? Aún no hay respuestas definitivas, pero algo es seguro: la transparencia sigue siendo una batalla cuesta arriba en México.
Y en Tamaulipas —como en muchas partes del país— la rendición de cuentas aún tiene un alto costo.

